Por Arianna Suárez Torres.
Tras unas vacaciones llenas de alegrías y emociones, los estudiantes de las diferentes enseñanzas invaden las aulas de las escuelas cubanas con el propósito de secuestrar a toda costa, la mayor cantidad de de reconocientos posibles durante el curso escolar que recién comienza.
Vale destacar que todos lucen sus uniformes como parte del ejército de pinos nuevos que integran y que son responsables de dar continuidad al legado de los héroes que dieron su vida por conquistar la libertad e independencia de Cuba.
El asistir por primera vez a la escuela, el reencuentro entre compañeros de cursos anteriores, nuevos estudiantes en el grupo y en la escuela, la satisfacción de ver a los maestros nuevamente, son algunas de las emociones que marcan esta fecha.
Desde hoy, estos soldados empuñarán sus libros, lápices y libretas como armas fundamentales para superarse y luchar contra la ignorancia y el desconocimiento.
Este es solo el comeinzo, pues como dijera nuestro apóstol José Martí: «La educación ha de ir a donde va la vida».